El nivel de riesgo y la prioridad de las zonas de alarma

En un centro de control se puede recibir un número de avisos de alarma superior al que se pueden atender con carácter inmediato. Esta situación requiere poder priorizar los avisos según su importancia.

¿Por qué es necesario priorizar las alarmas?

  • Priorizar las alarmas responde a la necesidad de aumentar la eficiencia del centro de control. Los recursos se ajustan, y en determinados momentos los avisos que llegan pueden superar la capacidad de atenderlos. Por lo tanto, es necesario atender las alarmas por prioridad.

¿Cómo priorizar las alarmas?

  • Es difícil establecer reglas objetivas que permitan clasificar de forma eficiente las alarmas. Las reglas se establecen y se aplican sobre cada una de las zonas de alarma, pero el resultado es difícil de comprobar.

¿Cómo afectan los avisos de alarma a su prioridad?

  • Cuando se confirma un aviso de alarma, estamos ante la presencia de un peligro real, la vulnerabilidad del activo ha aumentado (el peligro está dentro del activo) y, por tanto, la prioridad de las zonas de alarma del activo deberían aumentar.


Generalizando, se propone priorizar las alarmas según el nivel de riesgo del activo ajustado al peligro detectado. Por ejemplo: Supongamos un almacén en una nave con un sistema de detección en el interior y entre la nave y el perímetro, cuyo Nivel de Riesgo es: NR 15.

  • · El nivel de riesgo de robo aumenta en cuando se detecta en el exterior, el peligro es real y estamos ante la presencia de un ataque. El nivel de riesgo es: NR 150.
  • · El nivel de riesgo de robo aumenta aún más cuando se detecta en el interior, no solo el peligro es real, sino que la vulnerabilidad del activo ha aumentado. El nivel de riesgo es: NR 450.

  • Si establecemos una métrica para priorizar los avisos, acorde al nivel de riesgo de todos los activos: En este almacén, las zonas de alarma en el exterior son priorizadas en 150 y las del interior en 450.
    El riesgo de las zonas de alarma de otro almacén será distinto, luego las zonas de alarma en el exterior y en el interior tendrán otra prioridad.

Este sistema nos permite priorizar de forma objetiva las alarmas según el nivel de riesgo del activo y según la zona de la alarma en el activo. Si bien es cierto que aplicar este método requiere rigurosidad en la planificación de la seguridad de la instalación, es relativamente fácil aplicar.

Sin embargo, tal y como hemos indicado en otras ocasiones, el nivel de riesgo cambia en el tiempo. Esto implica que, de alguna manera, las prioridades de los avisos de alarma deben revisarse con el cambio del riesgo y con el cambio de los estados de alerta temporales.


Conclusiones:

  • · El uso de los niveles de alerta aporta capacidad de respuesta, para adecuar el sistema de seguridad a los cambios del riesgo.
  • · El uso de los niveles de alerta requiere implantar indicadores que permitan detectar los cambios en el riesgo.
  • · El uso de los niveles de alerta, requiere recursos requiere recursos para complementar los controles ante el cambio del riesgo, y solo se justifica en activos relevantes para la empresa.



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